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miércoles, 17 de noviembre de 2010

Lo que queremos evitar, el fuego

Empezaremos esta aventura por el principio, intentando explicar que es el fuego.

Fuego es el proceso de oxidación violenta de una materia combustible, con desprendimiento de llamas, calor y gases. Es un proceso conocido como exotérmico.

Según la teoría del triángulo del fuego, se necesitan tres elementos para que se produzca:
Combustible (usualmente, un compuesto orgánico, como el carbón, la madera, los plásticos, gases de hidrocarburo, la gasolina, etc.).
Comburente, el oxígeno del aire.
Energía de activación, que se puede obtener con una chispa, temperatura elevada u otra llama.
La suma de estos tres componentes da lugar a la combustión. El fuego es la parte visual de la combustión.

Cada combustible tiene una temperatura de ignición distinta, a la que es necesario llegar para inflamarlo. En la mayoría de los casos, una vez comienza la reacción de oxidación, el calor desprendido en el proceso sirve para mantenerlo. Don Juan Antonio, mi gran maestro, me explicó que a la temperatura adecuada arde cualquier material por incombustible que este parezca.

Cada combustible libera, al quemarse, una cierta cantidad de energía en forma de calor, igual a la energía que mantenía unidos los átomos en las moléculas del combustible, menos la empleada en la formación de los nuevos compuestos (gases resultantes de la combustión o gases quemados). La cantidad de energía que cada combustible produce se expresa por su poder calorífico.

Los gases producidos por la oxidación (principalmente vapor de agua y dióxido de carbono), a alta temperatura por el calor desprendido por la reacción, emiten las llamas (gases incandescentes) que a su vez emiten luz visible e invisible (luz infrarroja), y calor.

La composición de los gases desprendidos, así como su temperatura, determinan el color de la llama. Así, son rojas, anaranjadas o amarillas en el caso de papel y madera; o azules en el caso de muchos gases de hidrocarburos, como los usados domésticamente, pero pueden ser de otros colores cuando arden otros elementos.

Así mismo, el fuego está determinado por algunos factores que dependerían por ejemplo, de los distintos combustibles que lo originan, de manera tal que los procesos industriales generan cada cierto tiempo, por sus tareas, distintos tipos de fuego, o los mismos con distintas intensidades que solo logran un buen avance en las áreas de investigación anti-incendios.
Todo esto está muy bien, pero cuando el fuego se produce donde no debe, nos enfrentamos a un serio problema, algunos nos dedicamos a evitar que esto suceda, o si ya ha sucedido, evitar que los daños sean catastróficos. Procuraré explicar en próximos artículos los medios y procedimientos disponibles para lograrlo.
Diego del Campo.

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